lunes, 9 de mayo de 2011

CÁCERES, ÁVILA, OVIEDO, COSLADA, GUADALAJARA

Muy buenas,
   Lo primero pediros perdón por dejar el blog un poco abandonado, son tantas cosas que algún día seremos capaces de llevarlas al día sin pensarlo pero por ahora todo son malabares. En este mes han vuelto a ocurrir muchas cosas, de todos los colores, cosas que así a bote pronto te hacen reflexionar porque hay más de uno y de una que deben de estar muy tranquilos o muy aburridos, claro. De todos modos siempre felices.
Volvimos de Bilbao, aquello fue de nunca acabar, el bolo salvaje y muy de aquí estamos, después salimos de copas por el Café Antzokia, desayunamos y casi comimos de un tirón, cuando llegamos a dormir la jefa nos dijo que fuésemos recogiendo. ¡Vaya tela! Tuvimos que hacer más paradas que un autocar de provincias y para remate pinchamos una rueda.
De Cáceres nos llevamos siempre una sensación de buen rollo general, pero para contrarrestar la alegría la sala Berlín hacía con nosotros su último concierto porque no podía mantener las perdidas que genera el negocio de la música. Aun y así estuvisteis arropándonos, tanto que tuvimos que improvisar unos bises de la manga, creo que cerramos con Entre la maleza y Los cíclopes también tienen corazón sin ensayar. De la noche Cacereña ni os hablo porque habría que hacer un blog especial ¡pedazo de golfos! Abre un bar cierra otro y así sucesivamente…
Lo de Ávila fue una suspensión y de las cosas feas no hablo. Pasamos a Oviedo en donde hicimos una Fnac, contentos porque el técnico de sonido me dio un contacto de otra sala en donde tocar, así que llamé al dueño y le lié para hacer un acústico sin anunciar, vino la policía y tuvimos que reanudar un poco más tarde. El callejón de la ciega se llama el sitio. ¡Gracias! Furgoneta para León con la consiguiente niebla, pero aún y así nos fuimos a dar un garbeo por la noche leonina. Hicimos noche y al día siguiente vinitos por el casco antiguo y para casa con el atasco de vuelta de semana santa.
Y ya estamos este fin de semana pasado, el viernes fuimos a ver a un viejo conocido Michel Molinera que como muchos sabéis tiene un bar en Coslada e hicimos un bolo más redondo que un Donut, calor, pero bien, siempre bien en la silla eléctrica. El señor Molinera ha ido recogiendo televisiones, sofás de los cubos y la sala ha cogido su rollo. Un abrazo Stafilla. El sábado subimos a la sala Bumerang (Guadalajara) que es uno de nuestros segundos hogares que ya tenemos repartidos por el universo. Buen sonido, muy buen ambiente. ¡Cómo cantáis lo alcarreños aguerridos y como nos queréis! Fauno nos hizo de sherpa y nos llevo por sus antros favoritos, más de un ose apuntó y nos íbamos encontrando por aquí u por allá.
En definitiva días y noches de conocimiento. Un abrazo gordo, no os olvidare tanto tiempo. Lo prometo.